JUICIOS DE VALOR
(se explicitan, dejan de jorobar, y se mantienen:
solo los lerdos contaminan otra cosa)
solo los lerdos contaminan otra cosa)
22
No me conoce nadie
Mi madre y mis hermanos salvo
Mi hermana de tres
Mis amigos ya se olvidaron
Yo aún los recuerdo
lo que prueba el punto doloroso de la memoria
Y aquí escribo porque se hizo tarde
Y tosemos Todos tosemos
Gotas corrosivas nos cercan
Como Cof / y Cof y Cof / y otras así
llenas de polvo doloroso y su capitalizado sulfuro impaciente
llenas de polvo doloroso y su capitalizado sulfuro impaciente
23
Pasé por la SECH
Lanzan 1 libro de la Isabel
Muy corteses en razón de la
divina Stella
y su vozarrón de ariete
dejáronme
a la tertulia final en las: ojalá
que esto no se incendie del tercer piso
Ofrecieron tres copas de vino blanco
tres en sucesión
muy chilena y coloquial
pero no sirvieron ni una
gotas de llanto nos inundan
(Había una jerarquía de invitados)
como si hasta en lo literario de las tertulias
se colara la neblina armada de gotas
aguerrida de vasos
Les dejé a la divina Stella para que arruinara
sus copas con su vozarrón ineludible
y me escabullí a la cálida intemperie
La ciudad ruidaba presente y corrosiva
Y los tarros de basura olorosos
(y una patín interpeló esperanzada
y justo conversar un rato
y ofrecer un cigarrillo)
Cuando escabulló pensaba
qué desgracia ser tan tímido
qué desventaja no poseer ese vozarrón
que apabulla entonces ni
las gotas
atreverían y sus ecos marcarían territorios
Camina por las calles atestadas
como si estuviesen vacías ajenas corteses
Y el smog de atrás
y la desesperanza contamina
y sus gotas sonríen acogedoras
24
Ah Carlos, si no te hubieran asesinado
conversar ahora podríamos
del constitucionalismo de las ff aa
y aceptar que nos equivocamos en algo:
(tanta con desquiciados unión incierta
terminó por desquiciarnos también)
Y beberíamos una cerveza
Y pensaríamos como descontaminados
y coincidiríamos que la Carmencita:
una cojonuda de valiente como tantas
y hasta el smog no sería ya tan abarcante
pero las abuelas no son carritos
y la vida ha cambiado para siempre
las herencias que nos cercan
los ruidos que nos clavan
los ruidos que nos clavan
25
Inicia la primavera en Santiago
El almendro salpica de blanco
El durazno de rosado
Las mujeres sacan a
pasear sus muslos
Dejo que los ojos
vayan donde quieran
(y hasta me olvido del smog)